domingo, 16 de enero de 2011
Echo de menos que el tiempo no pase. Sentir crujir sus huesos entre mis dedos. Echo de menos que mi corazón bombee tanta sangre que se me suba a la cabeza rápidamente. La cama revuelta por las mañanas. Echo de menos querer a una persona tanto como lo quise a él. Que sobren las palabras y basten los silencios... Pero sin duda, lo que más echo de menos, es el sentirme querida, sentir que alguien me quiere tanto, que daría cualquier cosa por estar conmigo.
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